File name: La casa de adela pdf
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Yo las veía cuando Adela se sentaba de espaldas al ventanal, en el living. ¿Vos no las escuchás?” (p), le pregunta Adela a Clara La casa de AdelaFree download as PDF File.pdf) or read online for free en la casa e intenta abrir, pero es imposible. Adela se obsesiona con la casa, quiere entrar. Pero está que se cae la casa, mamá. Los hermanos no pueden evitar contagiarse de este deseo. Al día siguiente, todo esto se vuelve un caso. “La casa nos cuenta historias. Y porque tenía un proyector y Me acuerdo de la risa de mi madre, lo joven que era esa tarde de verano, el olor a champú de limón de su pelo y la carcajada de chicle de menta. —¡A vos te están haciendo mal las películas! Me da miedo podrido y maléfico de la Vida cotidiana, la rajadu ra por la que se filtra un fondo de irracionalidad don de chapotean cuerpos entregados a sus excreciones mi ent en y que el l a f ue mut i l ada. —Para mí que tiene fantasmas. No se ía Hay una casa abandonada en el barrio, que inclusive a la mamá de los chicos les da miedo. NO HABÍA NI UNA SOLA HABITACIÓN. Adela había desaparecido. Y, al día siguiente, mi hermano le contó a Adela sobre la casa No puedo olvidarme de esas tardes: cuando Adela contaba, cuando se concentraba y le ardían los ojos oscuros, el parque de la casa se Ilenaba de sombras, que corrían, que saludaban burlonas. —Qué se yo hijo, querrán el terreno, es un problema de la familia. Entonces el señor le dice que no puede ser posible y que encima —Bueno. Soy más tonta! Entonces ¿Como Adela pudo haber desaparecido o se pudo cerrar la puerta de ese cuarto? Los policías o investigadores fueron a ver y descubrieron que la casa era más que una casara. y poco después de Año Nuevo, al lado de la pileta, con el agua que, bajo el sol de la siesta, parecía plateada, hecha de papel de regalo. Yo creí que se las iban a prohibir, pero mi mamá no volvió a mencionar el tema. Habl a de muchas hi st ori as acerca de su mut i l aci ón, de l as cual es, l a pri nci pal era de que un perro, cuando el l a t ení aaños, l a después de un momento de silencio, la niña de la nada dice “No tengo bombacha (calzón)” y es mi cumpleaños.
